Llevas un tiempo trabajando en tu historia y crees que está casi terminada. Ha sido criticada en numerosas ocasiones y la has revisado varias veces. Ahora ha llegado el momento de la edición. Esto implica la corrección de pruebas y la autoedición. No querrás quedarte corto o corta en el último tramo, así que prepárate para dar las últimas capas de pulido a tu libro infantil.
Aunque este artículo está orientado a los autores infantiles, contiene información para casi todos los escritores.
¿Qué hay que tener en cuenta en la impresión y edición de un libro infantil?
Por supuesto no hay ninguna fórmula exacta para triunfar a la hora de publicar un libro infantil, pero si que existen una serie de puntos a tener en cuenta que sin ninguna duda te serán de gran ayuda para alcanzar tus metas.
En primer lugar, es necesario conocer el mercado ¿A quién va dirigido tu libro? No es igual un libro para niños que no saben leer o que acaban de aprender que otro para los de mayor edad. Tienes que tener claro de antemano quien es tu público ideal , para adaptarte a sus necesidades.
Una portada que llame la atención. Vivimos en un mundo lleno de estímulos visuales que compiten por nuestra atención, todo aquello que no nos resulte llamativo es ignorado completamente por nuestro cerebro. Esto es especialmente cierto en niños, los cuales se dejan llevar principalmente por todo aquello que captura su atención.
El que dijo aquello de que no hay que juzgar a un libro por su portada no sabía nada sobre publicar libros, donde la portada es un elemento fundamental para hacer que nuestro libro destaque sobre los demás.
1. Ten en cuenta la claridad
Comprueba la claridad de cada frase. Es importante recordar que tú puedes saber lo que pretendes transmitir, pero tus lectores, tanto los padres o adultos que leen para sus pequeños como los niños que leen tu libro, pueden no saberlo. Sería una buena idea que otra persona leyera el libro por ti. Aquí es donde resulta útil un buen grupo de crítica.
2. ¿Hay frases «reveladoras»?
Comprueba si cada frase es reveladora. Si bien es cierto que hay que contar algo de manera efectiva, es mejor mostrarlo.
Ejemplo: José se golpeó la cabeza y quedó aturdido.
Corrección: José se golpeó la cabeza contra el árbol. Se tambaleó un momento y cayó al suelo.
Muestra, no cuentes. Date cuenta que los pequeños, tu público, son muy imaginativos y necesitan ver la historia en sus mentes para entenderla mejor así que no olvides esas frases reveladoras. Harán que tu libro tenga mayor éxito. Además si lo acompañas de buenas viñetas todo será más fácil.
Utiliza tu imaginación e imagina a tu personaje haciendo movimientos: tal vez esté girando el labio hacia arriba o ladeando la cabeza. Intenta visualizarlo; esto te ayudará a mostrar en lugar de contar.
Una buena manera de mostrar más es añadir más detalles sensoriales. Utiliza los cinco sentidos (vista, oído, tacto, olfato y gusto) para crear un personaje vivo; esto ayudará a dar vida a tu historia.
Ejemplo: José sintió frío.
Correción: Un escalofrío recorrió el cuerpo de José.
Ejemplo: José estaba asustado.
Alternativa: La respiración de José se detuvo. La piel de gallina hizo que el vello de sus brazos se pusiera de punta. ¡Estaba asustado!
3. Vigilar los cambios de narrador
Comprobar si hay cambios de narrador es especialmente importante para los escritores infantiles, ya que sus historias deben contarse desde el punto de vista o la perspectiva del protagonista.
Si la historia se cuenta desde el punto de vista (POV) de tu personaje principal, asegúrate de que se mantiene ahí.
Literalmente, POV son las siglas en inglés de Point Of View (Punto de vista), lo que ya nos deja intuir de qué se trata y es nada más y nada menos que los cambios de narrador en la historia, es decir, pasar de que narre José a que narre Fran.
Si mi personaje POV, José, está triste y con el ceño fruncido:
No sería aconsejable decir: Al notar su cara triste, Fran supo inmediatamente que José estaba angustiado. Esto es traer el POV de Fran a la imagen.
Se podría decir mejor: José sabía que Fran se daría cuenta inmediatamente de su desesperación; fueron amigos durante mucho tiempo.
O bien, puedes utilizar simplemente el diálogo: «José, ¿qué te pasa?»
4. Controlar la coherencia, el conflicto y la fluidez de la historia
Controlar la coherencia, el conflicto, la claridad y la fluidez de la historia es otra obligación para todos los escritores de ficción. Si quieres saber bien cómo editar un libro infantil toma nota:
Si eres un escritor o escritora para niños, es aún más importante. Los niños necesitan una historia estructurada y coherente. La historia también debe proporcionar conflicto y acción para mantener al niño interesado, junto con claridad para ayudar a la comprensión. También debe fluir sin problemas, con un párrafo, un capítulo que se mueve sin problemas en el siguiente.
5. Utiliza el corrector ortográfico
Asegúrate de que escribes con el corrector ortográfico activado o utiliza el de tu procesador de textos cuando hayas terminado el escrito. A nosotros nos gusta escribir con él activado.
Pero ten cuidado, porque aunque el corrector ortográfico detecta las palabras mal escritas, no detecta las palabras que están bien escritas, pero que son incorrectas en cuanto a su significado.
Ejemplo: José se puso a errar a su caballo. (Obviamente el corrector podrá no corregirla porque es una palabra correcta pero no la que debería ir en tu libro)
Correcto: José se puso a herrar a su caballo.
errar (sinónimo de equivocarse) | herrar (poner herradura a una caballería) |
Estas palabras se llaman homónimas y el corrector ortográfico no las detecta.
Un homónimo es una palabra que suena como otra palabra, pero se escribe diferente y tiene un significado distinto.
6. Utiliza la función «Buscar y sustituir» de tu procesador de textos
Esta es una gran herramienta para comprobar si hay palabras que durante el texto se repiten y tienes que cambiar.
¿Cómo editar un libro infantil de forma «automática»?
Esta herramienta es poderosa sobre todo al inicio de tu edición, porque probablemente quieras sustituir algunas palabras por otras rápidamente. Si, por ejemplo, sabes que has utilizado varias veces la palabra sermón y a posteriori has pensado que cualquier niño no tiene porqué entenderlo, podrías cambiarlo automáticamente. Sustituir la palabra sermón por regañina en todo el contenido.
Por ejemplo, también, imagina que de repente quieres cambiar el nombre de un personaje secundario de Fran a Mario. Pues no tendrás que acerlo manualmente.
Con esta función podrás sustituir la plabra Fran por Mario en todo el texto automáticamente.
7. Vigilar la redundancia
Fíjate bien si hay frases repetidas en la historia e incluso comienzos de párrafos. No es conveniente que varios párrafos seguidos empiecen con «el» u otros términos repetitivos. Cuando edites tu relato, cuento o historia, utiliza la función «Buscar», de nuevo, de tu programa de texto y busca las palabras excesivamente utilizadas.
Otro aspecto de la redundancia es el uso de palabras innecesarias.
Ejemplo: Susurró en voz baja.
La palabra «susurró» es redundante.
8. Verifica que la redacción sea ajustada
En el mercado actual, la redacción ajustada es importante: los lectores tienen una capacidad de atención más corta. Por tanto, deshazte de palabras y textos innecesarios.
Ejemplo: A José le costó mucho levantar el baúl tan pesado y grande.
Alternativa: A José le costó mucho levantar el enorme baúl.
Además, ten cuidado con palabras como «empezó» y «comenzó».
Ejemplo: Empezó a levantar el baúl.
Alternativa: Levantó el baúl.
9. Comprueba la puntuación y la gramática
Hay un gran número de libros e incluso artículos online que te ayudarán a aprender la puntuación y la gramática adecuadas. Puedes hacer una búsqueda en Google sobre esto además de leer este artículo.
10. Ten en cuenta las ilustraciones
Cuando escribas un libro ilustrado, debes tener en cuenta las ilustraciones.
¿Cómo editar un libro infantil con ilustraciones?
Los libros infantiles son un matrimonio entre el contenido y las ilustraciones, un acuerdo al 50%. Por lo tanto, ten en cuenta el texto que puede manejar una ilustración. Con los libros ilustrados, tu contenido no tiene que describir cada pequeño detalle: las ilustraciones embellecerán la historia y los niños lo disfrutarán más.
Conclusión de cómo editar un libro infantil
Bien, esto completa los 10 consejos, pero ten en cuenta que la autoedición es un asunto complicado y que ésta no es una lista exhaustiva. Incluso conociendo todos los obstáculos a los que hay que prestar atención, la autoedición sigue siendo complicada.
A los escritores nos resulta casi imposible detectar todos nuestros errores; estamos demasiado cerca de nuestro trabajo. Conocemos todos los rincones de la historia y eso hace que sea difícil leerla con frescura. Aunque creamos que estamos leyendo cada palabra, nuestra mente va muy por delante de nosotros, por eso es aconsejable contratar a un editor o corrector.
Después de todo esto…
Una vez tengas la edición del contenido de tu libro infantil necesitar maquetarlo bien para poder enviarlo a la imprenta. Esto necesita de un programa especializado para que todo vaya bien. Si no sabes usarlo o prefieres que lo haga un profesional contrata la maquetación de tu libro infantil.
Después de aprender a cómo editar un libro infantil deberías aprender a cómo maquetarlo, y esto, te lo aseguro, es demasiado tiempo. Así que seguro que los expertos pueden ayudarte a optimizar costes y tiempos.
La maquetación es el diseño del libro, como se distribuyen las páginas, los márgenes, las ilustraciones, etc. Cuando no se tiene en cuenta la maquetación y mandamos a imprimir nuestro libro infantil sin más, te arriesgas por completo a tirar tu dinero y recibir algo que solo te servirá de pisapapeles.