El depósito legal y el ISBN son dos cosas que traen de cabeza a muchas personas que quieren autopublicar su libro. No te asustes, en este artículo te explicamos de forma sencilla en qué consiste el depósito legal de un libro, cuál es su finalidad, cuando es obligatorio y cuando no.
¿En qué consiste el depósito legal?
Es la obligación legal de depositar varios ejemplares de una publicación (libros, películas, DVDS, Cds, vinilos, partituras, etc) en una o más bibliotecas.
En el caso de los libros, lo habitual es que se depositen cuatro copias del libro, dos para la biblioteca de la comunidad autónoma y dos para la biblioteca nacional, ya sea en un formato u otro.
¿Cuál es el objetivo del depósito?
El objetivo del depósito legal es salvaguardar y recopilar el patrimonio cultural de un país y facilitar el acceso a dicho patrimonio a los ciudadanos e investigadores.
Si una obra queda descatalogada por el motivo que sea y no puedes conseguir una copia, solo tienes que dirigirte a la biblioteca nacional, en la que podrás encontrar al menos un ejemplar (Siempre que esa obra tuviera la obligación de realizar el depósito legal, claro está)
En España, el precedente del depósito nació en el año 1616 en la corona de Aragón y en el año 1619 se instauró en la corona de Castilla, aunque no es hasta el siglo XX que se empieza a aplicar realmente. Aunque el «primer depósito legal» tiene su origen en Francia con la «Ordenanza de Montpellier», instaurada por el rey Francisco I, que obligaba a depositar los libros en su biblioteca.
¿Es obligatorio el depósito de un libro?
El depósito legal de un libro es obligatorio en el caso de que vayamos a vender o distribuir ese libro. Si imprimes un libro que va a utilizarse exclusivamente en un ámbito privado, por ejemplo, imagina que haces una tirada de 50 libros para repartir entre familiares y amigos, en ese caso, no es obligatorio realizar dicho depósito.
Si decides imprimir libros de texto, a partir de 100 copias, debes de solicitar el depósito.
Hay excepciones, como es el caso de los libros de impresión bajo demanda. Si vas a vender tu libro a través de internet en un servicio de impresión bajo demanda como el que ofrece Amazon, no es obligatorio que realices el depósito.
¿Cuánto cuesta y donde tramitar el depósito legal de un documento?
Solicitar un número de depósito legal no es completamente gratuito, aunque el costo del trámite suele ser bajo. Deberás dirigirte a la oficina encargada de la tramitación en tu provincia, y el precio puede oscilar entre 50 y 100€. Además, se deben tener en cuenta los costos adicionales relacionados con los ejemplares del libro que se deben entregar, los cuales pueden variar entre 3 y 10, dependiendo de cada situación.
También puedes llevar a cabo todo el proceso online, sin que tengas que desplazarte a ningún sitio. Esta solicitud se lleva a cabo en la página web de tu comunidad autónoma.
Ejemplo de depósito legal ¿Qué significa cada parte?
Dentro del código DL podemos identificar cuatro elementos clave que nos dan información detallada sobre el documento. En primer lugar, las siglas «D.L» con las que comienza el código se refieren a «Depósito Legal», un proceso que sirve para registrar y conservar copias de publicaciones. Este sistema garantiza que las obras sean accesibles para generaciones futuras y también puede tener implicancias legales.
En los siguientes elementos del código, encontramos las siglas de la provincia donde se lleva a cabo el depósito. Esto nos da información sobre la ubicación geográfica del depósito. A continuación, encontramos el número específico del depósito del documento en cuestión, que permite identificar de forma única esa edición o copia. Finalmente, el código concluye con el año en que se realiza el depósito, lo cual permite rastrear la cronología y mantener un registro ordenado en el tiempo de las publicaciones.
- Las siglas D.L con las que empieza el código, que hacen referencia a «Depósito Legal»
- Siglas de la provincia donde se realiza el depósito
- El número del depósito del documento en cuestión
- Año en el que se realiza el depósito
¿Qué ocurre si no realizo el depósito de mi libro?
Si no llevas a cabo el depósito de tu libro, te enfrentas a graves consecuencias. Por un lado, es vital entender que el código del depósito legal no es una simple formalidad; se trata de un requisito legal que todos los libros deben cumplir antes de ser comercializados. Sin este código, simplemente no podrás distribuir tu libro en librerías.
La ley es clara y estricta en este sentido, y la falta de cumplimiento puede impedir que tu obra llegue a los lectores.
Por otro lado, y esto es algo que realmente debes tener en cuenta, las sanciones monetarias por no realizar el depósito legal pueden ser severas. No estamos hablando de una pequeña multa; las sanciones pueden llegar hasta los 30.000 euros. Es una suma considerable que nadie querría enfrentar, especialmente si eres un autor independiente o una pequeña editorial.
Como conclusión diríamos que el depósito legal es algo que no se puede pasar por alto, no solo por su importancia en la conservación y distribución de la literatura, sino también por las graves implicancias legales y financieras que conlleva.
¿Quién debe de llevar a cabo el depósito de un libro?
Antes del año 2001, la responsabilidad de tramitar el depósito legal recaía sobre el impresor del libro. Esto implicaba que era el impresor quien debía asegurarse de cumplir con los requisitos legales y entregar los ejemplares necesarios para el registro. Sin embargo, desde 2001, esta obligación ha cambiado, y ahora es el editor del libro quien debe encargarse de la tramitación del depósito legal. Esto ha simplificado el proceso en algunos casos y alineado las responsabilidades con quienes tienen un mayor control sobre la publicación.
Si estás trabajando con una editorial, el proceso es aún más sencillo para ti como autor. No tendrás que preocuparte por ningún detalle del depósito legal, ya que la editorial se encargará de tramitar y realizar el depósito correspondiente. Esto incluye no solo la gestión del papeleo sino también el pago de las tarifas asociadas y la entrega de los ejemplares necesarios.
Sin embargo, si estás en la ruta de la autopublicación y tu objetivo es vender el libro más allá de tu entorno familiar, la situación es diferente. En este caso, tendrás la responsabilidad total de realizar correctamente el depósito legal de tu obra.